El caballero y su escudero llegan al Ebro, desde ahí emprenderán una aventura naval en la que recorrerán los siete mares.
Por el camino se enfrentarán a peligrosos enemigos, o puede que simplemente crucen el rio y se discutan de manera aireada con unos molineros.
«Libera tu imaginación, hasta que confundas las orillas del Ebro con el Caribe. Si no sabes cómo, pregúntaselo a Cervantes.»