El concepto de hotel boutique nace en 1980 en Nueva York, con la aparición de nuevos hoteles pequeños con estilos y servicios muy exclusivos, elegantes, íntimos, y con un trato muy personalizado.
Su objetivo era diferenciarse del auge de las grandes cadenas hoteleras, que estaban estandarizando las estancias en las grandes ciudades, aprovechándose del turismo de compras o negocios.
Su máxima expansión fue durante la década de los 80 a los 90. Francia, y en concreto París, fue un lugar en el que se construyeron los más exitosos Hoteles Boutique.
Se marcaba una prestigiosa diferencia entre el viajero que se hospedaba en un Hotel Boutique, o en uno tradicional.
Su situación suele enclavarse en sitios muy característicos y emblemáticos, adaptándose a la arquitectura y diseño del lugar.
El ambiente, estilo, y decoración de los Hoteles Boutique, está escrupulosamente cuidada y integrada en el entorno.
Otra característica de los Hoteles Boutique, está en tener muy pocas habitaciones, y cada una con una personalidad propia. De tal manera que, en cada habitación, el viajero puede disfrutar de una experiencia distinta en cada visita.
En la actualidad, lo que más se aproxima al concepto de Hotel Boutique, son los denominados hoteles con encanto. Aunque al haber tantos y tan diferentes, no pueden marcar unas pautas tan concretas, ni una esencia tan marcada como los Hoteles Boutique.
Su gran éxito está en ofrecer estancias con experiencias distintas a las habituales que brindan los establecimientos tradicionales o estandarizados por las grandes compañías, con tratos muy personalizados, discretos, y exclusivos.